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viernes, noviembre 11, 2005

¿Gemelos o mellizos?


GEMELOS IDENTICOS

Comparten los mismos genes, es decir, deben tener los mismos cromosomas sexuales y por eso son siempre del mismo sexo, los mismos rasgos físicos básicos, como color de pelo y ojos. Las huellas dactilares y los trazados encefalográficos son muy similares, si no idénticos.Suelen presentar las mismas alteraciones hereditarias, aunque no necesariamente al mismo tiempo. Pueden ser muy distintos de tamaño y apariencia si su nutrición ha sido diferente, ya sea durante la vida intrauterina ó después.
La morfología de la placenta y las membranas dependerá del momento en el que se produce la escisión que da lugar a los diferentes embriones; la división precoz produce dos placentas independientes, mientras que si es más tardía se originan unos gemelos unidos.
La placenta en los gemelos idénticos puede ser :
Placenta dicoriónica :Se presenta en dos tercios de los gemelos idénticos.Si la escisión se produce antes del quinto día, cada embrión tendrá su propio amnios y corión (y placenta puesto que ésta no habrá empezado a formarse).
Placenta monocoriónica :Se presenta en un tercios de los gemelos idénticos y en todos los gemelos fraternos.
Si la escisión se produce entre los días quinto y décimo habrá dos amnios independientes pero un corión común (y una placenta común).
A partir del décimo día, el amnios y el corion serán comunes (y también la placenta).
Hay una situación excepcional en que los gemelos idénticos son de distinto sexo:Es el caso en que un gemelo/a tiene la dotación completa de cromosomas, incluyendo la pareja de cromosomas sexuales XY de un niño normal o XX de una niña normal, en tanto que el otro sólo tiene 45 cromosomas en lugar de 46. En estos casos falta el cromosoma Y, o bien uno de los cromosomas X.
Cuando se da esta condición, conocida como Síndrome de Turner, no queda más que un cromosoma X (femenino). Su portador evoluciona como una niña, aunque el otro gemelo sea un niño. Pero al faltarle su segundo cromosoma X no tiene capacidad para tener hijos. Además, estas niñas suelen ser de estatura bastante reducida.
Se les llama también :
Monocigóticos : Provienen de un solo óvulo (huevo) normal fertilizado que se divide en dos y cada una de las dos mitades se convierte en un individuo aparte.
Uniovulares : Provienen de un sólo huevo.
Homocigóticos : Del homo, igual, semejante.

GEMELOS FRATERNOS

Se dan cuando la madre produce dos óvulos en vez de uno durante el ciclo menstrual normal y los dos resultan fertilizados (por distintos espermatozoides). Los niños pueden ser del mismo sexo o no. Se parecen como podrían parecerse dos hermanos nacidos de dos partos diferentes. Las placentas suelen estar cláramente separadas, aunque pueden fusionarse y parecer una estructura única. Habrá cuatro capas entre ambos fetos y cavidades amnióticas: dos hojas amnióticas separadas por dos hojas coriónicas.
Que la fusión se produzca dependerá de dónde se hayan implantado los embriones en la pared del útero. Si uno está en la parte del frente y otro hacia la espalda, nunca se unirán, pero si están al lado es probable que lo hagan. Sin embargo los dos coriones se mantendrán, formando una espesa membrana divisoria entre los bebés, compuesta como hemos dicho por dos coriones y dos amniones.
Aunque los gemelos fraternos son concebidos en el mismo ciclo menstrual, las concepciones pueden producirse en ocasiones diferentes, ya que la mujer tiene varios días fértiles en cada ciclo, éste fenómeno se llama superfecundación.
Superfetación a diferencia de superfecundación es la palabra que se usa para describir concepciones adicionales en ciclos menstruales posteriores. Esto es sumamente raro en el género humano.
Se les llama también :
Biovulares : Provienen de dos huevos.
Heterocigóticos : De hetero, otro, desigual.
Dicigóticos o bicigóticos : Provienen de dos cigotos.

jueves, noviembre 10, 2005

En el colegio ¿juntos o separados?

EN EL COLEGIO

A la hora de escolarizar a gemelos, trillizos... las familias junto con el colegio deben solucionar el siguiente dilema: ¿juntos o separados?
Será necesario que los padres observen muy bien a sus hijos y valoren la dependencia entre ellos, sus respectivas personalidades, las posibilidades del centro... ya que no hay ninguna opción que se pueda dar como norma, cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y en definitiva cada niño es diferente.


SEPARADOS

  • Se fomenta su individualidad.
  • Aprenden a tener sus propios amigos.
  • Se evitan equivocaciones a la hora de diferenciarlos.
  • Se evitan comparaciones entre hermanos.

JUNTOS

  • Se apoyarán mutuamente y será más fácil la adaptación.
  • No se considerarán forzosamente separados.


JUNTOS LOS PRIMEROS AÑOS

  • Otra opción sería la combinación de las dos anteriores.


La adaptación al centro y al sistema será más fácil. Inevitablemente ésto hará que los gemelos jueguen juntos los primeros días, pero no impedirá que hagan otros amigos, y tampoco sufrirán la separación forzosa, que pueda hacerles pensar que el hecho de ser iguales sea algo negativo y esa sea la razón por la que queremos separarlos.
La diferenciación por parte de los profesores y otros niños podemos hacerla posible siguiendo las pautas señaladas en el apartado "Individualidad".
Por otro lado hablando con el profesor podemos indicarle nuestro deseo de que los ponga en grupos diferentes, hagan trabajos diferentes siempre que sea posible, se sienten en pupitres separados ...
Aunque no podamos evitar las comparaciones, porque incluso ellos mismos se compararán irremediablemente, de nosotros depende en gran parte el que se consideren comparados por sacar notas mejores o peores, hacer las cosas mejor o peor. Deberemos por tanto acostumbrarnos a valorar a cada uno como es, y fomentar su propia autoestima.
Una vez terminados los primeros ciclos de estudios podemos valorar el que sigan juntos o no y ellos ya podrán opinar algo al respecto.


LA ESCOLARIZACIÓN DE MÚLTIPLES
Por Coks Feenstra

CLASES DISTINTAS ¿O NO?

Seguro que te preguntarás si tus gemelos, mellizos o trillizos deben ir a clases separadas o no.
Vamos a ver en qué factores hay que pensar para tomar una decisión acertada.

Empezar juntos

Cuando tus hijos todavía son pequeños y empiezan la guardería, es mejor que vayan juntos. A los dos años aún no conocen muy bien el concepto del ‘yo’ y del ‘otro’; se sienten una unidad con el hermano y no pocas veces dicen el nombre de los dos, cuando se les llama por su nombre. Además, separarles a una edad tan temprana, dificultaría la adaptación a la nueva situación; separarse de la madre ya es suficiente reto como para también separarles del hermano-gemelo. Al empezar juntos, se apoyan mutuamente el uno en el otro, lo cual es toda una ventaja.

A partir de los 3 ó 4 años

Ahora la situación es distinta: a esta edad los niños saben quién es cada uno y ya no se equivocan con su nombre. Tienen el concepto del ‘yo’ bien establecido. Si se llevan bien, no hay motivos para separarles. No obstante, si uno es muy dominante y arrastra al otro, puede ser una ventaja separarles. Así cada uno puede desarrollar su propia fuerza y ser sí mismo. En caso de mellizos (tanto en parejas de niña-niño como en las del mismo sexo) lo he aconsejado algunas veces. Siempre fueron casos en los que uno llevaba la batuta sobre el otro y se daban muchas peleas y rivalidad entre ellos. Hasta ahora no lo he aconsejado nunca en caso de gemelos (de esta edad). Como bien es sabido, los mellizos (también llamados bivitelinos) son fruto de dos óvulos distintos y los niños se parecen en un 50% del material genético. Son, en realidad, como dos hermanos, pero nacidos en el mismo parto. Los gemelos son fruto de un óvulo, que tras su fecundación se dividió en dos partes. Son genéticamente iguales y los niños se parecen mucho. Entre los gemelos existe una relación muy íntima. Por lo tanto separarles a una edad tan temprana en general les cuesta y les causa tanto dolor que es mejor esperar. En otras palabras, conviene hacer una distinción entre el tipo de gemelos sobre los que estamos hablando. Muchos colegios últimamente mantienen una sola norma: ¡separar a los gemelos! No hacen ninguna distinción entre mellizos y gemelos y no valoran la relación que existe entre los niños. No estoy a favor de una norma dogmática y rígida. ¡Es necesario valorar la relación que existe entre los niños y a partir de allí optar por una u otra elección! Si tú te encuentras en tal situación, explica al colegio tu punto de vista o llévales material (artículos, libros) para que se informen sobre el mundo de los gemelos. Hay que tener en cuenta que muchos profesores no disponen de conocimientos profundos sobre el mundo de los niños que nacen en el mismo parto.

Si tienes trillizos, la situación suele ser más complicada. Muchas veces sólo existen dos clases. No obstante, en este caso puedes optar por poner a uno de tus trillizos en una clase y los otros dos juntos. Esto es conveniente, cuando uno de los hijos domina a los otros dos y hay mucha rivalidad entre ellos. Una madre de mi grupo de estudio lo hizo así y le funcionó bien. La relación entre sus trillizos mejoró. No obstante, lo más frecuente es que los niños vayan juntos. Pero si hay tres grupos, puedes optar por poner a cada uno en una clase distinta.

A partir de 6 años

Ahora conviene valorar la situación de nuevo. Quizás tus hijos han ido juntos hasta ahora, pero en este momento sopesas la posibilidad de separarlos. Los razones suelen ser los siguientes: uno domina al otro, uno se responsabiliza para los dos, uno lo cuenta todo en casa y el otro no puede añadir nada suyo, uno critica continuamente al otro o son muy dependientes el uno del otro. La separación puede ser costosa (sobre todo en los idénticos) y por lo tanto conviene prepararles ante este cambio. Ponles al tanto con antelación y explícales que no es un castigo, sino una ayuda para que el día de mañana cada uno sepa desenvolverse sin el otro. Procura que conozcan el aula del hermano y permíteles que se lleven algún objeto del otro al colegio (un juguete, una mascota). Pide también a sus respectivos profesores que les echen una mano y se muestren comprensivas (conozco a una maestra que dejaba que dos niñas idénticas pudieran verse entre horas durante el primer medio año tras la separación). Puede que tú prefieras que tus hijos vayan separados, pero que no estén preparados para ello, ya que dependen mucho el uno del otro. En esta caso conviene hacer un plan, junto con la maestra: ella les pone en grupos de trabajo distintos y tú en casa creas momentos en los que estén separados; pej. uno se va a jugar a casa de un amigo, mientras otro está en casa, o uno se va un fin de semana a casa de los abuelos sin el otro, etc. Así aprenden a estar el uno sin el otro, por lo que una separación de clase les resultará menos difícil.

Y si tus hijos ya iban juntos en los años anteriores, normalmente esta situación continúa así.

Sea cuál sea tu caso, te aconsejo que cada año de nuevo sopeses la situación escolar de tus hijos. Esto es necesario, mucho más que en el caso de hijos de diferentes edades. Los niños cambian y lo que parecía una decisión acertada, puede no serlo en otro año; pej. los niños iban juntos, pero de repente hay muchos roces entre ellos. O quizás uno resulte ser más inteligente, lo cual causa celos en el otro; uno es muy sociable y el otro no logra entablar amistades, o uno sólo tiene amigos en la otra clase, etc. etc. Todos pueden ser motivos para separarles en el curso próximo.

A modo de conclusión

No existe una regla general que sirve para todos los gemelos, mellizos o más. Tampoco existen estudios que confirmen que la separación de gemelos en sí conduzca a una mayor individualidad. Conozco a unos gemelos que compartieron durante toda su vida escolar el pupitre e incluso los libros por falta de recursos económicos. A, ahora a sus 36 años, llevan una vida satisfactoria e independiente del hermano gemelo. Y también conozco a otros, que se molestaban tanto que los padres mandaron a cada uno a un colegio distinto. En dos mundos aparte, donde nadie les trataba como gemelos, pudieron, por fin, desenvolverse con éxito. Son dos extremos que demuestran la importancia de valorar la situación de cada pareja de gemelos individualmente.

Consejos para cuando los gemelos compartan el aula:

Cuando tienes un cita con la maestra, procura hablar de cada hijo por separado durante el tiempo que corresponda a cada niño.
Controla si el maestro/ maestra es capaz de tratarlos como dos individuos y no como una unidad. Es importante que el profesor tenga una relación individual con cada hijo. Si son idénticos, dale pistas sobre cómo distinguirlos (una peca, una cicatriz) o vístales con un distintivo, como lazos en el pelo de distinto color, etc. Sólo así puede haber una relación satisfactoria entre profesor y alumno. A los gemelos les gusta que les conozcan por su nombre y que no les confundan.
No compares los trabajos de tus hijos y menos delante de ellos. Esto aumenta la rivalidad. Es mejor destacar los puntos fuertes de cada uno (‘sí, tú pintas muy bien y tú sabes sumar de maravilla’).
Pide al profesor que, en caso de trabajo en grupos, no les ponga juntos. Así aprenden a valerse por sí mismos.
Explícale también las características de cada hijo: a veces el profesor no conoce las experiencias que viven los gemelos ni está al tanto de este mundo único. Tu información sobre tus hijos (sus dependencias, sus peleas, sus rivalidades y su compañerismo) es importante para él.

Dos por uno: Los Gemelos y Mellizos

La historia se desarrolla más o menos así: estás segura de que estás embarazada, el test de farmacia y la nueva talla de pecho te lo están diciendo. Pides cita en tu ginecólogo y con una alegría que te hace tener la boca en permanente sonrisa te recuestas en la camilla para la primera ecografía. Tu médico se queda mirando la pantalla un pelín serio y un escalofrío te recorre el cuerpo.

¿Pasa alguna cosa mala?- preguntas.
No, pasan dos cosas buenas. Laten dos corazones, vas a tener gemelos.


El escalofrío que ahora te ha recorrido el cuerpo se ha convertido casi en convulsión. Le preguntas si está seguro. Te dice que tanto como de su nombre. Tu marido te mira asombrado. Tu no sabes si ponerte a reír o a llorar. Tener mellizos o gemelos es una de esas noticias buenas que en la mayoría de los casos preocupa. La emoción se mezcla con el miedo y el peso de la enorme responsabilidad que ha llegado a vosotros. Tener sentimientos encontrados es normal durante el embarazo. Y mucho más cuando los niños llegan a casa. Cuidar a dos bebés recién nacidos es una tarea agotadora que resta fuerzas, energías y muchas, muchísimas horas de sueño. Por ello, lo perfecto es que una futura madre de gemelos intente organizar bastante antes de dar a luz quienes le pueden echar una mano al llegar a casa. Como también es conveniente que haga el curso de preparación al parto antes de la fecha normal, ya que normalmente el embarazo gemelar no llega a su término. Pero volvamos a la llegada a casa. Si los famosos sentimientos encontrados llegaran trata de no tener sentimiento de culpa y descansar todo lo que puedas. Es más, trata de irte a dar un paseo muy largo o al cine mientras alguna persona de confianza cuida de los niños.

Otro tema es la educación propiamente dicha de un par de hermanos gemelos o mellizos. Si a un niño "normal" le cuesta reconocer su propia individualidad y aprender a conocerse como persona, a los hermanos mellizos más y a los gemelos mucho más. Hasta el punto de que muchos hablan siempre en plural, se inventan un nombre y responden por él los dos, hablan un lenguaje propio que les retrasa el dominio del lenguaje materno, uno de ellos es mucho más retraído que el otro ya que la personalidad dominante del hermano le acompaña allá donde vaya o haga. Antes o después los gemelos deberán separarse, si por su educación lo logran antes de llegar a la pubertad, donde seguro que ocurrirá, será mejor para ellos.


Existen unas pautas convenientes de seguir dentro de lo posible para que los padres favorezcan la madurez individual de cada hermano.

  • Procurar no ponerle nombres muy parecidos.
  • Dedicar un tiempo de juego o charla por separado con cada uno, ellos necesitan saber que son importantes por si mismos.
  • No vestirles iguales, y mucho menos si uno de ellos no quiere.
  • Separarles de aula en el colegio.
  • Si os vais de viaje uno o dos días, dejarles a cada uno en casa de un amigo distinto, donde se sientan divertidos y seguros.
  • Procurar separarles de cama lo antes posible.
  • Aprender a diferenciar el potencial de cada niño y animarle a desarrollarlo. No aplaudir más las habilidades de uno e intentar apuntarles a clases extraescolares distintas según sus preferencias.
  • Evitar que la madre se ocupe siempre de uno y el padre de otro.
  • Aunque surjan pequeñas peleas es mejor no comprarles siempre dos juguetes iguales, deben aprender a tener cada uno lo suyo y compartirlo.
  • Evitar llamarles "los mellizos" o "los gemelos".
  • Intentar no comparar los progresos de uno y otro, es fácil que si uno empieza a andar, leer o nadar antes que el otro, los padres se pregunten si el que no lo ha hecho todavía debería estar haciéndolo, así, le "achuchan" para que lo haga. Esto dañará la autoestima del niño y le obligará a hacer algo para lo que no está preparado. Son dos personas distintas y cada uno lleva su ritmo.

Dejando de lado los pequeños problemas que conlleva los primeros años de unos hermanos gemelares la verdad es que tenerlos es una experiencia única que no todos los padres pueden vivir. Y para ellos, será una vida de compañía, amistad y recuerdos mutuos.