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jueves, febrero 24, 2005

Trastornos de Identidad

Trastornos de Identidad: LOS GEMELOS V/S JUAN Y PEDRO

Un óvulo, un espermio, el mismo útero, el mismo sexo y dos o más niños o niñas con la misma carga genética. Así son los gemelos: exactamente iguales. Pero, a pesar de tanta semejanza, son dos personas distintas, con intereses, gustos, habilidades, defectos y personalidades diferentes. Precisamente en la dificultad para diferenciar estos individuos tan similares yace el mayor problema psicológico con el que se encuentran los gemelos; la falta de identidad y autonomía.

Paula Casado, psicóloga de la Unidad de Adolescencia de Clínica Alemana, explica que mientras más parecidos sean los niños, más difícil es la formación de su identidad, por eso los gemelos tendrían más problemas que los mellizos -producto de óvulos y espermios diferentes-. "Aunque tengan la misma carga genética son distintos porque viven distintas experiencias. Desde el punto de vista psicológico, estar en posiciones diferentes en el útero y salir primero o segundo en el parto, son vivencias marcadoras que se imprimirán en la personalidad", afirma la psicóloga.
Que ambos gemelos se casen con hermanos, que les sea imposible ir a una fiesta si es que el hermano no va o que no puedan tomar una decisión sin la opinión del otro, son algunas de las manifestaciones patológicas a las que se puede llegar por problemas de identidad y autonomía.
La especialista explica que el límite está dado por la libertad que tienen los gemelos para realizar sus actividades, es decir, no es anormal que quieran ir a un cumpleaños juntos, que se corten el pelo de la misma forma o que realicen el mismo deporte, pero si no son capaces de efectuarlas solos o no se aguantan imitar al hermano, hay un problema. Pero, habitualmente no se consulta por estos trastornos.
Ellos se producen por una deficiente formación de la identidad dada principalmente por un trato igualitario a los gemelos: "Desde chicos son los gemelos, no Pedro y Juan, los visten iguales, van a todas partes juntos...Entonces, nadie los reconoce, ellos no pueden discriminar cómo son, porque todo es igual al hermano, y por eso, actúan de la misma forma. En general, hay uno que es más fuerte, tanto física como psíquicamente; el débil se apoya en él y pierde su independencia. Aunque el fuerte también lo necesita", describe Paula Casado.
El desarrollo de la autonomía es un proceso que debe ser favorecido desde su inicio y en el cual influyen mucho los comentarios de los cercanos. Por eso, es importante que los padres ayuden al resto a reconocer a sus hijos, porque ellos no tienen la culpa de confundirlos, pero para los gemelos será muy complicado. Para superar esto, la psicóloga recomienda que a partir del nacimiento se haga un esfuerzo; desde sábanas y ropa distintas, hasta estimular todas las diferencias que ellos traen (ver recuadro).
"Desde muy pequeños, manifiestan sus gustos. Los papás deben darse el tiempo de conocer esos detalles y destacarlos, pero no inventarles cosas. Si para el mundo son iguales, no va a quedar otra que distinguirlos porque uno es más mateo que el otro, entonces, obvio que el porro va a quedar en desventaja", explica.
Pero hacer diferencias de trato entre niños que están viviendo la misma etapa también puede ser complicado porque se presta para celos y odiosas comparaciones. Respecto a ese problema, la psicóloga ejemplifica: "Si los dos quieren una bicicleta para la Navidad, regalársela, pero no caer en el regalo doble porque están en la edad de la bicicleta. Lo importante es que las diferencias nazcan de ellos".
Sin duda, los gemelos siempre tendrán un nexo indescriptible que los hará especiales. No es necesario intentar eliminarlo, sino que ayudarlos a crear su propio mundo.
10 datos que harán la diferencia
  1. No hablar de los gemelos. Cada uno tiene su nombre.
  2. No regalarles lo mismo.
  3. Nunca vestirlos iguales.
  4. Probar distintos cortes de pelo.
  5. Las comparaciones siempre existirán, pero no ayuda ponerle a una niñita siempre pantalones y a la otra vestido para que las distingan como "la ahombrada" y "la femenina". Aunque no sean así, ellas cumplirán esos roles.
  6. Es bueno que compartan su pieza, closet y juguetes, pero que tengan algo propio y aprendan a respetar que lo del otro es del otro.
  7. Separarlos, por ejemplo, pedirle a uno que riegue el pasto y al otro que lave el auto.
  8. Fomentarles sus mundos distintos, lo máximo posible: actividades extra programáticas diferentes. Si a una le gusta el ballet y a la otra la guitarra, que cada una parta por su lado. Grupos de amigos distintos. Celebrar los cumpleaños separadamente. Esto les ayuda a desarrollar su autonomía.
  9. Estimular gustos propios.
  10. Siempre destacar las gracias de cada uno, para no caer en la dinámica del malo y el bueno, la flaca y la gorda, etc...

Fuente:http://www.alemana.cl/not/not/not020122.html