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lunes, diciembre 19, 2005

Dibujo Infantil

El dibujo es una representación gráfica de un objeto real o de una idea abstrata.
El dibujo es una de las formas de expresión más antiguas de la humanidad. Se utiliza el dibujo como una forma de comunicación desde la prehistoria, cuando los primeros hombres, a través de pequeñas figuras, dibujadas en rocas y en las paredes de las cuevas, manifestaban sus ideas y pensamientos entre sí. Al principio, usaban los dibujos para comunicarse, para expresar opiniones, ya que todo el mundo era prácticamente iletrado. Los dibujos funcionaban como escritura. Con el tiempo, el dibujo fue ganando nuevas formas, nuevos trazos, y se fue perfeccionando hasta la realidad actual. El dibujo es, por lo tanto, una representación gráfica de un objeto real o de una idea abstracta.


El dibujo y las etapas de los niños

El dibujo es, casi siempre, la primera gran obra de los niños. Representa su primer gran tesoro expresivo ya que, a través de los dibujos los niños dicen muchas cosas de sí mismos. Puede ser que esta sea la razón por la cual muchos padres estén cada día más interesados por los dibujos que hacen sus hijos. El dibujo se puede convertir, en algunos casos, en el termómetro del estado de ánimo del niño, ya que traduce lo que el niño siente, piensa, desea, o lo que a él le inquieta, le hace alegre o triste. Cada niño es un mundo y eso se ve en sus dibujos. Si pides a un grupo de niños que dibuje a una casita en el campo, todos los dibujos saldrán distintos. Pueden parecerse en algo, pero jamás serán iguales. Además de eso, hay que considerar que los dibujos también siguen algunas etapas que podríamos señalar como:
- la etapa del garabato - de los 3 a los 6 años de edad
- la etapa del esquema - de los 6 a los 9 años de edad
- la etapa intermedia - de los 9 a los 12 años de edad
- la etapa de la reproducción fiel - de los 12 a los 14 años de edad
- la etapa de la representación espacial - a partir de los 14 años de edad.

El dibujo es una actividad espontánea y como tal hay que respetarla y considerarla como la gran obra de los niños. Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana edad, algún contacto con el lápiz y el papel. Empezarán con garabatos, y luego estarán dibujando formas más reconocibles. Cuanto más dibujen los niños, mejor dibujarán, y más beneficios se notará en su desarrollo. El dibujo facilita y hace evolucionar el niño en la:
1- psicomotricidad fina
2- escritura y la lectura
3- confianza en sí mismo
4- expresividad de emociones, de sentimientos y sensaciones
5- comunicación con los demás y consigo mismo
6- creatividad
7- formación de su personalidad
8- madurez psicológica

TIPOS DE DIBUJOS SEGÚN LA EDAD DEL NIÑO

El dibujo evoluciona paralelamente al desarrollo del niño.

El dibujo no se enseña, sale de dentro del niño. Se puede estimular a un bebé de un año y medio, por ejemplo, dejándole que tenga contacto con algún lápiz. Conviene utilizar los de cera que tienen la punta redonda y son más gorditos. A esta edad, muchos niños ya podrán sujetar un lápiz y hacer sus primeros garabatos. La orientación sí es importante en esta etapa mas que nada para que el niño no salga pintando las paredes, suelo, puertas, etc., ni intente llevar el lápiz a la boca. Si puedes, cómprale una mesita adecuada a su altura para que pueda dibujar más tranquilamente. Al principio, él hará trazos desordenados, irregulares, y sin ningún tipo de control. Los garabatos carecerán de sentido, pero funcionan como una gran manifestación de placer y diversión para el niño.

Las edades y los dibujos
A los 18 meses el niño hará garabatos sin cesar, sin sentido y desordenado, pero se divertirá mucho al descubrir el mundo de los colores y los trazos. Enseñará a todos lo que ha hecho y será importante que su público le conteste positivamente. Su coordinación motora en esta etapa todavía es muy precaria. Esta etapa se denomina auto-expresión.
A los 2 años de edad, el garabato pasará a ser más controlado e ya tendrá otro sentido para el niño que pasará a notar que existe una relación entre los garabatos y el movimiento que hace su mano. Querrá dibujar sin parar y usará más de un lápiz de color para rellenar la hoja. Los trazos de su dibujo ocuparán partes antes desocupadas del papel. El niño, a esta edad, empezará a sentir curiosidad y a querer probar otros tipos de lápices y materiales. La experimentación predominará sobre la expresión.
A los 30 meses de edad, el niño ya será capaz de controlar un poco más los movimientos de su mano, y de incluso manejar el lápiz. Sus trazos, ahora un poquito más firmes, ya no saldrán de la hoja. El niño gozará de una mejor coordinación y es ahí donde aparecerá el dibujo simbólico. Cada garabato o dibujo que consiga hacer tendrá un nombre y un sentido para él. En razón de eso, el niño pasará a dibujar mucho más ya que pasa a ver su creación como algo real. Un cuadrado para él puede representar una casa. Y un círculo, aunque mal hecho, puede simbolizar una cabeza u otra cosa. A esta edad, el niño describirá a los demás lo que ha dibujado, y esperará a que lo entiendan.
A partir de los tres o cuatro años, el dibujo del niño se acercará más a la realidad. Sentirá especial interés en dibujar a su papá o a su mamá, o a su amiguito, hermano, primo, o alguna otra figura humana. El uso de cada color tendrá un significado para él. Hay niños que ya demuestran preferencia por algunos colores. Esta es una etapa pré-esquemática.
A los cinco años, empezará a dibujar más detalles en sus personajes y a utilizar los colores más adecuadamente. Dibujará personas con ropa, llevando algún objeto. Ya a partir de los seis años, sus dibujos tendrán pormenores importantes como mano con cinco dedos, orejas, distintos pelos, personas sentadas, etc. También se encontrará preparado para dibujar paisajes, flores en el campo, frutas en los árboles, chimeneas en las casas, ríos, y todo a lo que se proponga.
Es lógico que esas etapas sirven apenas de orientación. Siempre debemos considerar que cada niño es un mundo y que cada uno tiene su propia habilidad además de su debido tiempo para desarrollarla. Y eso hay que respetar y no forzar.

LOS PADRES Y EL DIBUJO DE LOS NIÑOS
Limitar, obligar u opinar continuamente sobre el dibujo de un niño es el error más grande que podemos cometer.
Cada trazo que dibuja un niño alberga mensajes. Cada línea, cada rasgo que el niño dibuja nos puede dar informaciones acerca de su personalidad, nivel de inteligencia, de creatividad, de habilidad, coordinación, e incluso si su estado de ánimo es o no positivo. La especialista canadiense Nicole Bédard, en su libro "Cómo Interpretar los dibujos de los niños" afirma que a través del dibujo, el subconsciente del niño se transparenta permitiendo a los demás conocer y acceder a importantes aspectos de su vida y de sus relaciones que, de otra forma, permanecerían totalmente insospechados. Según la especialista, la interpretación de los dibujos de los niños es el resultado o la síntesis del análisis concebido a través de un enfoque técnico y racional, fundamentado en bases sólidamente comprobadas. Cuando los niños son muy pequeños es difícil que se logre una comunicación verbal más intensa y profunda con ellos. Se recibe señas según la necesidad que tenga el niño, pero en esta primera etapa ellos no tienen la madurez suficiente como para contarnos sus preocupaciones y expectativas, dando lugar a que pensemos que ellos no las tienen, lo que no es verdad. En este sentido el dibujo puede facilitar esta identificación. Los dibujos no mienten, no engañan. Dicen parte de la verdad que reside dentro de los niños. Los dibujos no solo sirven para clasificar los dotes artísticos del niño, pero también para que los padres comprendan mejor qué es lo que preocupa, intranquiliza, o hace feliz a su hijo.

Estudios y conclusiones
Los niños pueden dibujar de tres distintas formas: copiando o reproduciendo, siguiendo la orientación y el relato de un dibujo hecho por otra persona, o realizando el dibujo de una forma libre y autónoma. Para que un dibujo pueda ser interpretado es mejor que sea realizado libremente, sin interferencias.


El papel de los padres

Limitar, obligar, u opinar continuamente sobre el dibujo de un niño es el error más grande que podemos cometer. Lo que reside en su imaginación debe ser libre. Si eso no ocurre será difícil que un niño exprese, a través de sus dibujos, lo que siente en su interior. El papel de los padres es muy importante a la hora de interpretar los dibujos. Si ellos acompañan la evolución de su hijo es más probable que sean ellos los que noten o perciban algún cambio en sus dibujos, si es el caso. Pero solo un especialista en la interpretación de dibujos puede sacar conclusiones fiables. Claro que existen pistas básicas con las que se puede analizar un dibujo, pero no son nada concluyentes. Los padres pueden ver, asustarse, e incluso impresionarse por algún dibujo, pero no pueden comprender su significado.

INTERPRETACIÓN DE LOS DIBUJOS
El dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior. Según los psicólogos de la Unidad de Desarrollo psicológico y Educativo de San Salvador, por ética, solo una persona especializada, como algunos psicólogos, puede interpretar los dibujos, siguiendo protocolos establecidos para ese fin. El especialista debe tener en cuenta la condición biográfica y familiar de la persona que dibujó, bien como su historia personal, que servirá de marco de referencia desde el cual está haciendo el dibujo. Aparte de eso es necesario tener en cuenta que un dibujo es importante pero no define todo. Es una expresión de sentimientos y de deseos que pueden ayudar a saber, por ejemplo, como se siente el niño respecto a su familia, a su escuela, etc. A través de los dibujos de los niños se puede observar detalles que a una persona mayor le puede pasar inadvertidos. El dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior. La primera puerta que el niño abre a su interior.


Pautas de interpretación
Existen algunas pistas que pueden orientar a los padres acerca de lo que dice el dibujo de su hijo. Sin embargo, son pautas puramente orientativas. Según la especialista canadiense Nicole Bédard, el dibujo dice muchas cosas. Ejemplo:
- Posición del dibujo: todo lo que dibuja el niño en la parte superior del papel está relacionado con la cabeza, el intelecto, la imaginación, la curiosidad y el deseo de descubrir cosas nuevas. La parte inferior del papel nos informa sobre las necesidades físicas y materiales que pueda tener el niño. El lado izquierdo indica pensamientos que giran en torno al pasado, mientras el lado derecho al futuro. Si el dibujo se sitúa en el centro del papel representa el momento actual.
- Dimensiones del dibujo: los dibujos con formas grandes muestran cierta seguridad, mientras los de formas pequeñas suelen estar hechos por niños que normalmente necesitan de poco espacio para expresarse. Pueden también mostrar a un niño reflexivo, o con falta de confianza.
- Trazos del dibujo: Los continuos, sin interrupciones, suelen denotar un espíritu dócil, mientras el borrado o cortado puede revelar a un niño algo inseguro e impulsivo.
- La presión del manejo: una buena presión indica entusiasmo y voluntad. Cuanto más fuerte sea, más agresividad existirá, mientras cuanto más superficiales demuestra falta de voluntad o fatiga física.
- Los colores del dibujo:
  • el rojo representa la vida, el ardor, el activo;
  • el amarillo, curiosidad y alegría de vivir;
  • el naranja, necesidad de contacto social y público e impaciencia;
  • el azul, la paz y la tranquilidad;
  • el verde, cierta madurez, sensibilidad e intuición;
  • el negro representa el inconsciente;
  • el marrón, la seguridad y planificación.

Es necesario añadir que el dibujo de un solo color puede denotar pereza o falta de motivación. Esas pautas son apenas una pincelada dentro del gran mundo que es el dibujo infantil. No debemos generalizarlas. Cada niño es un mundo, así como las reglas de interpretación del dibujo infantil. Si algo te preocupa en tu hijo, coméntalo al pediatra y, si es necesario, busca a un especialista.